La neurociencia, se fija en las Inteligencias Múltiples, cuyo padre, Howard Gardner, define la inteligencia como “la capacidad para resolver problemas cotidianos, para generar nuevos problemas a solucionar y la capacidad de crear productos dentro del ámbito cultural”, es decir, que sirvan para los demás.

Ahora sabemos que los talentos de nuestro alumnado son variados y que cada uno, no los ha desarrollado todos por igual. Por este motivo, hemos de dar a cada uno lo que necesita, apoyándonos en sus fortalezas, pero desarrollando los puntos menos fuertes.

Podemos dividir las inteligencias en tres grandes grupos. En primer lugar, aquellas que son objetivas, como la visual-espacial, la lógico-matemática, la cinestésico-corporal y la naturalista. Por otro lado, las inteligencias más abstractas, que tienen que ver con la parte lingüístico-verbal y la musical. Y por último, pero no menos importantes, las relacionadas con las personas y el mundo interior, donde encontraríamos la interpersonal, la intrapersonal y la inteligencia espiritual. El aprendizaje a través de las Inteligencias Múltiples está garantizado, pues los alumnos pueden llegar al mismo contenido desde sus propios y diversificados talentos.